9.1. La oferta de Servicio de Restauración
En este apartado vemos algunas composiciones que combinan productos
agropecuarios locales con restauración, englobándolo dentro de la
diversificación respecto a los alojamientos rurales como un servicio más
de comidas, sobre todo en los compartidos.
Son cuatro los elementos que generalmente distinguen los elementos y variables gastronómicas
en este tipo de alojamientos. A saber:
- La cocina incorporada habitualmente al alojamiento rural, aporta un servicio global
a la persona alojada.
- Medio familiar, consistente, en muchos casos no solo en compartir el alojamiento
si no también el comedor y sus comidas con los propietarios de los alojamientos
rurales (modalidad muy extendida).
- Modelo de “Productos locales ligados a alojamientos rurales”. En muchos
casos, los mismos alojamientos rurales disponen de su propia huerta, siendo un referente
los mismos productos cosechados allí para el modelo de menú que se
incorpora en el mismo.
- Ordenación en base a un producto. A menudo estos alojamientos rurales y las
explotaciones donde se encuentran disponen de un producto estrella, en torno al
cual generan una actividad de servicio además del consumo de otros productos.
En este caso se podrían poner dos ejemplos bien claros, cuyas modalidades
de productos ya existen en Andalucía, una derivada de la producción
en torno al cerdo ibérico como un producto singular, otra algo más
generalizada en torno a las bebidas como es el caso de los vinos locales.
Ahora bien, todo esto se debe dar en un lugar y en unas condiciones, que es el objeto
de lo que se va a ver a lo largo de todo este modulo.
Dos son las ventajas por las que se considera interesante el desarrollo de un servicio
de restauración en el medio rural:
- Permite desarrollar en el mismo edificio de alojamiento rural el recurso, en el
que, además de lo que supone generalmente una explotación agropecuaria,
también se prestan servicios de alojamiento y, en este caso, de restauración.
- Permite orientar hacia el consumo directo una parte de la producción, si
se dispone de explotación, obteniendo beneficios tanto de la venta como de
la elaboración y consumo de este.
Además de ser importante para la promoción turística del alojamiento
también lo es para la zona, pues el hecho de incorporar productos locales
unidos a la gastronomía tradicional, no sólo promociona el turismo,
sino además permite a los habitantes de las ciudades cercanas las escapadas
en días libres para la degustación de esta riqueza gastronómica
tradicional.
Varios pueden ser los caracteres que han de marcar, el tipo de producto a ofertar
así como las modalidades, pero si se quiere aportar una buena imagen de estas
modalidades se han de tener en cuenta los siguientes consejos referentes a los productos
y servicios ofrecidos:
- Han de ser productos locales, y si se dispone en el alojamiento rural bien de alguna
explotación de carácter agropecuario o bien de una pequeña
huerta, mucho mejor. Todo es un buen referente en cuanto al manejo y elaboración
de las materias primas originales que se dan en la zona.
- Han de combinar el carácter de la elaboración tradicional y artesanal
con una adecuación de los métodos modernos de elaboración,
sobre todo teniendo en cuentas las disposiciones en materia de seguridad alimentaria
y su adecuada manipulación.
- El producto sobre el que va a girar el menú ha de corresponderse con el producto
tradicional de la zona, siendo interesante su visualización o implicación
directa con alguna explotación, bien si se da en el propio establecimiento
o bien en uno cercano a este.